miércoles, 21 de diciembre de 2016

Alcohol y lactancia.

Ahora que se acercan las fiestas quería hablaros sobre un tema que a mi me dio varios quebraderos de cabeza.

No os ha pasado alguna vez que habéis pedido una cerveza "sin" en un bar y cuando os la han servido pone que lleva menos de un 0'5% de alcohol, las dos primeras veces que me pasó me dio una rabia tremenda, la primera vez fue estando embarazada y dicha cerveza se la acabó bebiendo paparockero casi íntegra, un par de traguitos le pegué yo. La segunda vez me pasó con el niño de peque y tuvimos que pedir que nos la cambiaran.

Aquí en Alemania es relativamente fácil encontrar cervezas que no tengas absolutamente nada de alcohol, de echo aquí se consideran bebida isotónica, pero también hay una gran mayoría de cerveza considerada "sin" que tiene en la etiqueta el >0'5% así que en mi afán conocedor me puse a investigar.

Tras mucho leer y buscar descubrí que las mamás lactantes podemos pegarnos un caprichito de vez en cuando, OJO las lactantes, las embarazadas no.

El cuerpo humano metaboliza el alcohol y éste pasa al torrente sanguíneo, por lo que durante el embarazo esa cantidad de alcohol, aunque fuera mínima le llegaría al pequeño, cosa que no queremos, porque como por todos es sabido puede producir problemas en la gestación y un desarrollo anormal del feto, así como una disminución del tono muscular, una mala coordinación, el retraso del desarrollo en el pensamiento, el lenguaje, el movimiento o las habilidades sociales, anomalías cardíacas y malformaciones varias.

Así que ya sabéis durante el embarazo ni olerlo.

Pero durante la lactancia la cosa cambia, a ver, tampoco vengo a deciros que os emborrachéis a diario, estamos hablando de una copita.

La proporción de alcohol inocua para el bebé sería del 0'5% por kilo, es decir, nuestro cuepo acepta y metaboliza una graduación de medio grado de alcohol por cada kilo que nosotros tengamos, por lo que podemos beber el doble de nuestro peso sin que llegara a afectar a la leche materna.

Si bien es aconsejable no consumir absolutamente nada tanto durante el embarazo, como durante la lactancia, aunque ya hemos visto que sería inocuo.

El principal motivo por el que es recomendable no beber es para mantener todas nuestras facultades bien alerta y así evitar peligros innecesarios, por ejemplo en el caso del colecho, caer en un sueño demasiado profundo y que haya riesgo de aplastamiento.

Pero el motivo de éste post, no era otro que el deciros, queridas mamis, que si en éstas fechas, durante alguna de las cenas, os apetece dar un traguito al champán o incluso tomaros una copita de vino no os sintáis preocupadas porque vuestro pequeño está a salvo, así que disfrutad sin quebraderos de cabeza.

Os dejo como referencia el post que me abrió las puertas del cielo cuando lo encontré, que no es que yo me vaya de cañas cada día, pero ocasionalemente una cervecita de 0'5% si me gusta tomarme con la cena :)

Desde aquí la familia rockera os desea una muy Feliz Navidad.

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